lunes, 30 de marzo de 2015

Padres entrenadores

La labor de los padres y las madres en casa de fomentar el deporte entre sus hijos, y así apartarles de la vida sedentaria, es siempre una decisión muy acertada. 
Pero, como todo, siempre hay que buscar el equilibrio y no pasarse de la línea. Nos referimos a los conocidos como “padres entrenadores”. Son aquellos que, además de las funciones propias de la paternidad, también adoptan las de los profesionales que se encargan de entrenar a los menores. Es decir, los padres que exigen mucho a sus hijos para que sean los más destacados en el deporte elegido y marcan unos objetivos muy estrictos. Regañar, exigir resultados y reiterar los fallos deportivos es siempre una mala opción. Esa es la labor de un entrenador, no la de un padre.
En esta entrevista a la psicóloga Patricia Ramírez, podemos ver que la labor de los padres es la de preguntar “¿cómo te lo has pasado?” tras una competición o un juego, y no la de preguntar por qué no lo han hecho bien. Como padres no hay que buscar un rendimiento, sino que se diviertan, que disfruten, y que aprendan los importantísimos valores que vienen asociados al deporte como el compañerismo, la solidaridad, el trabajo en equipo o el esfuerzo. Dejemos que el entrenador se encargue de exigir resultados y motivemos a nuestros hijos para que disfruten de la vida sana. Es además una garantía de que no abandonarán prematuramente la práctica deportiva, al menos no lo harán por la presión de unos padres que juegan el papel de entrenadores.







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